Refugios by Ordesa

La calle, incluso sin luz, era solo un invento.
Los meses han sido un teatro dentro de ti, el teatro en el rostro. Tu día, completo por el tiempo entre un ser y otro ser, enfermo y lloroso.
Todas las veces dejaría sin dormir al Oriente. Haría de sus mañanas un letargo y de su despertar la rabia y el cansancio. De sus noches el intento de olvidar y de sus madrugadas nuestro llanto. De sus semanas dos nudos de piel y de derrota los años.

Desconozco el mar, sus ganas de arder, si nota el calor u obedece. Si hablando de él, puede crecer y matar sin razón a un valiente.

De manías he construido mi luto. Un luto sutil, casi imperceptible, precioso. Haría de mis costumbres un guión y buscaría la excusa para odiarlo. Si ahora ves gusto en sangrar, al menos se fiel al diálogo.

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